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Arándano rojo y cistisis



El arándano rojo americano (Vaccinium macrocarpon) crece de modo silvestre en el este de América del Norte. En matas pequeñas y reptantes encontramos estos frutos esféricos, carnosos, de 1 a 2 cm de diámetro y rojos. 
El arándano rojo contiene principios activos que impiden que las bacterias se adhieran a las células que recurren el tracto urinario evitando de este modo su proliferación.
Por lo tanto tiene propiedades antibacterianas y es uno de los métodos más eficaces para la prevención de las cistitis recurrentes.
Además éste es también muy eficaz utilizado junto con el antibiótico una vez producida la cistitis, potenciando de este modo su acción antibacteriana.



– PROANTOCIANIDINAS (PAC)
   Las proantocianidinas (PAC) son compuestos polifenólicos presentes en varios frutos. Las de tipo A son las que, por su acción antibacteriana, dificultan la adhesión a la pared de la vejiga urinaria de bacterias patógenas. El arándano rojo, por su elevada concentración en PAC, contribuye a la disminución de fijación de la bacteria Escherichia coli en las paredes del tracto urinario, previniendo así las infecciones urinarias que ésta produce.




– PROPIEDADES DEL ARÁNDANO ROJO:
   El arándano rojo ayuda a mejorar el estado del tracto urinario, gracias a los taninos que, con su poder astringente y hemostático, mejoran la circulación venosa. También es un potente antioxidante debido a sus flavonoides y vitamina C, disminuyendo la acción de los radicales libres que hacen envejecer a las células.
 Se puede consumir en zumos, seco y en cápsulas, siendo efectivo en la prevención de afecciones urinarias cuando la concentración en PAC sea igual o superior a 30mg. La vitamina C contribuye a bajar el pH, dificultando la instalación de las bacterias patógenas en las vías urinarias.


CISTITIS:
   Es una infección urinaria cuyos síntomas son escozor al miccionar, ganas recurrentes de orinar, enrojecimiento de la uretra, escozor vaginal, cambios de color en la orina, fiebre, escalofríos y dolor en la espalda (estos dos últimos síntomas pueden indicar infección renal). 

   Las mujeres son más propensas a sufrir esta patología, sobre todo en la menopausia, el embarazo, si padecen retención urinaria, incontinencia, estreñimiento crónico.



PREVENCIÓN DE LA CISTITIS.



   1- Beber mucha agua
   2- Utilizar ropa interior de algodón y evitar ropa interior y pantalones apretados.
   3- Orinar cada 2-3 horas aunque no haya ganas, para evitar concentración
    bacteriana en la vejiga.
   4- Limpiarse de delante hacia atrás, sobre todo después de defecar.

   5- Evitar tener húmeda la zona vaginal (evitar bañadores húmedos, cambiar a menudo 
      los pañales y compresas).
   6- Consumir arándano rojo.
   7- En caso de infecciones recurrentes tomar algún probiótico específico para aumentar las defensas.


– PRESENTACIONES ARÁNDANO ROJO:




 Cranberola cis-control plus:

 Con Brezo, arandano rojo y uva. Se recomienda una
cápsula mañana y noche con un gran vaso de agua.

                                                                               

     



Cranberola cis-control flash:


Cápsula de arándano rojo y brezo
Cápsula de aceites esenciales: 4 aceites esenciales (Niaouli, Canela de Ceylán, Romero y Ajedrea).

Se recomienda durante 5 días una cápsula de cada blister dos veces al día con las comidas.





    
 Uromil:
  



Contiene extracto seco de arándano rojo. Se recomienda una cápsula al día con un vaso de agua



  

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Digestiones pesadas estas navidades



Turrones, mazapanes, polvorones, guisos, carnes, marisco, bebidas alcohólicas, gaseosas… estas fechas son un momento de excesos; y desde aquí os vamos a dar algunos consejos para llevar mejor las “comilonas´´ de estas fiestas.

La digestión es un proceso que se alarga cuando tomamos demasiada comida, o alimentos con mucha grasa o fibra, junto con bebidas alcohólicas o carbonatadas también en exceso.
Cuando esto ocurre, nuestro organismo produce más ácidos para ayudar a la digestión. El estómago se siente demasiado lleno, lo que produce hinchazón del abdomen, y podemos comenzar a notar estos síntomas:

  • Dolor o malestar en la parte alta del abdomen
  • Ardor
  • Pesadez estomacal
  • Eructos
  • Náuseas
  • Reflujo gástrico
  • Lengua sucia
  • Mal sabor de boca
  • Flatulencias

Lo ideal sería evitar comidas copiosas, pero como no va a ser posible; para que las celebraciones navideñas no nos pasen factura aquí van estas recomendaciones:

  1. Ya que los menús en estas fechas se componen de una larga lista de platos, conviene moderar el tamaño de las raciones.
  2. Saber que alimentos muy grasos o comidas muy fritas o condimentadas, chocolates, tomate o cítricos pueden provocar acidez.
  3. Las bebidas alcohólicas y con gas enlentecen la digestión. No es que no vayamos a brindar en estas fechas, pero como siempre con moderación. Consejo: tomar pocas bebidas alcohólicas y en pequeños sorbos. Y controlar también exceso de té, café y bebidas gaseosas.
  4. Comer despacio, para evitar que se trague mucho aire y masticar bien los alimentos, disfrutando de cada bocado facilitaremos la digestión al estómago.
  5. Ingerir alimentos a temperatura intermedia para evitar que se irriten las paredes del estómago.
  6. Introducir alimentos depurativos en nuestro menú, que estimulen el funcionamiento del hígado como: escarola, endibias, alcachofa. O frutas y verduras como: apio, espárragos, manzana o pera que activan la acción depurativa del riñón. O piña y papaya que favorecen la digestión de proteínas.
  7. No hacer movimientos físicos intensos después de la comida.
  8. Las infusiones digestivas  también ayudan a mejorar la digestión y a aliviar síntomas. Como por ejemplo: manzanilla, anís, menta-poleo, hinojo, boldo, hierba luisa.

Manzanilla: tiene propiedades antiinflamatorias, alivia la hinchazón.

Manzanilla con anís: además ayuda a eliminar gases.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             Menta-Poleo: muy útil en caso de dolor de estómago por mala digestión. Buen tónico estomacal.
                                  
Hinojo: tranquilizante estomacal y expulsa gases.
Combinado que lleva: hinojo, anís, hierba luisa, alcaravea y manzanilla
Combinado que lleva: menta, anís y manzanilla.
Boldo: digestivo, diurético, depurativo y favorece la eliminación de grasas
    9.  Cápsulas de cardo mariano, diente de león o alcachofa (también en ampollas), son depurativos que ayudan a eliminar toxinas
   10.  Si aun así, nos pasamos en las cenas y comidas de Navidad pregúntanos en la farmacia a cerca de productos tales como:
Antiácidos: Almax, Gaviscon, Rennie
 
Sales de frutas digestivas: Eno
     
Antigases: Disolgas, Aerored, Dulcogas
   
Esperamos que esta entrada te sea de ayuda para que pases unas: ¡¡¡Felices Fiestas!!! y si tienes alguna pregunta o comentario estamos a tu disposición para resolverlas.

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Vitaminas y suplementos

       En principio, una dieta equilibrada debería cubrir todos los requerimientos de vitaminas y minerales que tiene nuestro organismo. Sin embargo, no siempre es así, y se dan casos de deficiencias vitamínicas. Las causas de estas deficiencias son muchas, entre las más comunes:
1.       Una alimentación desequilibrada.
2.       Regímenes de adelgazamiento inadecuados: cuando el objetivo es perder peso se debe realizar una dieta hipocalórica, pero no por ello deficitaria en determinados nutrientes como las vitaminas y los minerales. Es necesario que la dieta cubra nuestros requerimientos nutricionales, a excepción de las calorías. Para ello, tiene que ser variada y sin eliminar ningún grupo de alimentos, de lo contrario estaremos poniendo en riesgo nuestra salud. 
3.       Abuso o mal uso de determinados fármacos: la utilización de determinados medicamentos sin control médico o algunos tratamientos que alteren la absorción intestinal o la diuresis pueden ocasionar una mayor excreción  de nutrientes y, por tanto, carencias vitamínicas si el tratamiento no se controla adecuadamente.
4.       Deportistas: el deporte incrementa las necesidades nutricionales en general y, en concreto, de hidratos de carbono, proteínas, minerales y vitaminas antioxidantes que ayudarán a contrarrestar el estrés oxidativo generado.
5.       Estrés: también es una situación que comporta un mayor desgaste y, por tanto, se incrementan las necesidades vitamínicas del grupo B y la vitamina C, principalmente.
6.       Técnicas culinarias incorrectas o inadecuadas: por lo general, las cocciones excesivas o largas (hervidos, caldos, etc.) y/o a altas temperaturas (horno, frituras, etc.) ocasionan grandes pérdidas vitamínicas. Por otro lado, la solubilización de las vitaminas hidrosolubles en agua también ocasiona pérdidas importantes. Esto sucede, por ejemplo, cuando realizamos hervidos, o si limpiamos los vegetales dejándolos en remojo.
      Además de todas las posibles causas comentadas para tener una ingesta insuficiente de vitaminas, existen situaciones fisiológicas especiales a tener en cuenta. En etapas de la vida como la infancia, el embarazo o la vejez es necesario tener especial cuidado con la ingesta de nutrientes. Esto sucede porque las necesidades se ven incrementadas o porque aumenta el riesgo de padecer carencias debido al estilo de vida y la alimentación. 
                                VITAMINAS, EMBARAZO Y LACTANCIA

       El embarazo es una etapa fisiológica muy especial que se caracteriza, fundamentalmente, por el anabolismo, es decir,  se crean multitud de nuevas estructuras. Durante todo el embarazo se incrementan las necesidades de las vitaminas hidrosolubles C, B1, B2 y ácido fólico, y las liposolubles; A, D y E. Generalmente, se aconseja la suplementación con ácido fólico desde unos pocos meses antes del inicio de la gestación, aunque es difícil de prever cuándo se producirá. Durante al menos el primer trimestre del embarazo, se sigue aconsejando dicha suplementación para evitar diferentes problemas en la gestación, especialmente la espina bífida.
        Es necesario, igualmente, realizar controles analíticos para verificar el buen estado del a madre, que repercutirá sobre el feto y, posiblemente, se requiera de algún otro tipo de suplementación. Algunos especialistas en ginecología optan por prescribir complementos vitamínicos y minerales de forma preventiva, pero siempre se deben tomar bajo supervisión médica.
                       
       Una vez finalizado el embarazo, y en caso de lactancia materna, las necesidades nutritivas de la mujer siguen incrementándose. Aunque la etapa anabólica por excelencia haya cesado, la síntesis no se detiene; ahora se genera la leche materna que tiene que alimentar al recién nacido y, por tanto, va a ir cargada de nutrientes que la madre debe tomar en su alimentación. En general, durante la lactancia aumentan tanto las necesidades de vitaminas hidrosolubles como las de vitaminas liposolubles. La alimentación de la mujer lactante debe ser variada y rica nutricionalmente hablando, para poder ofrecer un buen alimento al lactante sin ocasionar carencias. Igualmente, en ocasiones se decide suplementar con complejos vitamínicos específicos.
                                          VITAMINAS Y MENOPAUSIA
                                            
                                       

       

       Durante la menopausia, las necesidades vitamínicas son aproximadamente las mismas las de un adulto sano. De todos modos, debemos asegurar un aporte adecuado de vitamina D, necesaria para el metabolismo del calcio y el fósforo. Durante la menopausia se deben aumentar los controles del estado óseo para tratar o prevenir posibles problemas de osteoporosis, que suelen tener su inicio en esta época de la vida de la mujer.
                   VITAMINAS PARA RECIÉN NACIDOS Y PRIMERA INFANCIA

        En los recién nacidos y niños pequeños es esencial un aporte vitamínico suficiente, ya que de ello va a depender, en gran parte, el desarrollo de las múltiples funciones y estructuras de su cuerpo en formación y crecimiento.
 
       Los lactantes de leche materna, en principio, van a tener cubiertas sus necesidades vitamínicas. Las leches de fórmula también deben estar enriquecidas de manera que se asemejen lo más posible a la leche materna. En cualquier caso, en determinadas ocasiones, especialmente para los nacidos en invierno o en zonas poco soleadas, los pediatras pueden aconsejar complementar con vitamina D. 

      En general, durante la primera infancia debemos controlar la ingesta de vitaminas liposolubles A, D, E y hidrosolubles C, B1, B2, B6 y B12.
                             VITAMINAS PARA ESCOLARES Y ADOLESCENTES

Tal como sucede en la primera infancia, el desarrollo del organismo sigue adelante y, por ello, igualmente debemos seguir asegurando aportes adecuados de las vitaminas: A, D, E, C,B1 , B2, B3, B6 y B12.
                                                 VITAMINAS Y VEJEZ
                                 
        Esta etapa, a diferencia de la mayoría de las anteriores, no se caracteriza por el anabolismo, más bien al revés.  En la vejez, debemos seguir insistiendo en una alimentación variada.
     
        El principal problema de esta etapa para cubrir las necesidades nutricionales suele ser el tipo de vida que se lleva, en algunos casos. Personas solas con problemas de movilidad suelen cocinar poco por pereza o falta de comodidades. En ocasiones, se sale menos a la calle, lo que comporta menor exposición solar y posibles déficits de vitamina D, sobre todo en zonas frías.
        A eso, a veces también debemos sumar los problemas de masticación que ocasionan el rechazo de determinados alimentos. Si, además, se padece alguna enfermedad, los problemas para una buena alimentación se multiplican y, en este caso, suele ser muy aconsejable algún tipo de suplementación.    

     Debemos cuidar especialmente la ingesta de vitaminas del grupo B como la B1, B2 y la B3, la vitamina C, que provendrá principalmente de alimentos en crudo, y las vitaminas liposolubles D y E.

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